El dolor físico, habla de nuestro cuerpo como seres materiales que se enceuntran con otras columnas vertébrales. Estás convergen en el camino de la vida y nos recuerdan que el andar no siempre es placentero y nos causa dolor, gracias a él, también podemos conocer el gozo.
Los huesos de mi columna me traicionan
Se tornan rojos, me hunde, me duele.
De un flanco morado como un rescatista
Aparece e que vive dentro de mi
No me abandona, me recuerda
el paso que no se vence y fluye.